Este es el libro 11 de la serie del Inspector Gamache, escrita por la canadiense Louise Penny. Debo reconocer que esta serie me encanta, porque no solo se centra en el asesinato que se debe resolver, sino que profundiza en el comportamiento, personalidad, sentimiento de culpa y forma de ver el mundo del grupo de personajes que aparecen desde el primer libro. Eso hace que la novela tenga una calidez y profundidad diferente al de la novela policial más típica. La serie tiene 18 títulos, así que espero que este año ya la pueda terminar.
Este libro en particular se centra en la desaparición de un niño que vive en la villa Three Pines, perdida en la montaña canadiense, en la zona francesa. Es en esta villa en donde se desarrollan casi todas las novelas, por eso hay un grupo bien definido de personajes.
El problema es que el niño perdido, Laurent, es conocido por tener una imaginación demasiado vívida, por lo que cuando cuenta una historia sobre algo fantástico que encontró en el bosque, nadie le cree, y luego de eso, desaparece. Es un poco la historia de Pedrito y el Lobo. Acá empieza todo el proceso que el Inspector Gamache lleva a cabo para descubrir qué ha pasado con Laurent ¿hay algo de realidad en las historias que contaba? ¿era todo producto de su imaginación?. La historia me gustó bastante, ya que permite ver la evolución de varios personajes en función de lo que les ocurrió en libros anteriores y de lo cual no quiero contar nada para dar ningún tipo de spoiler. Además, según la autora, toma datos de un hecho real ocurrido hace unos años en Canadá.
Creo que esta serie es muy recomendable para todos a los que les gusta la novela policiaca. Hay varios títulos que se han traducido al español, así que pueden encontrar con mayor facilidad los primeros libros. Este, específicamente, está en español, publicado en 2021 por la editorial Salamandra.
Mi calificación es 4/5 estrellas.
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