Esta novela francesa me había llamado la atención desde hace unos años, pero no había tenido la posibilidad de leerla hasta ahora. El libro nos cuenta la historia de Laurent, el dueño de una librería en París, el que un día, mientras caminaba hacia su trabajo, se encuentra un bolso de mujer abandonado. Su intención es llevarlo a la policía, para ver si ellos logran encontrar a su dueña, pero por diversos motivos no logra hacerlo, lo que lo lleva a tomar la decisión de encontrar él a la dueña del bolso.
Así, Laurent se enfrenta al mundo desconocido para él del interior de un bolso de mujer. Con la intención de encontrar a la dueña de este pequeño universo, comienza a revisar cada uno de los objetos allí reunidos, entre los que destaca una libreta roja en donde la dueña del bolso, Laure, escribía ideas, pensamientos y reflexiones. No un diario de vida tradicional, sino un cuaderno de anotaciones. Laurent se ve atraído por esta idea de mujer y comienza un camino para encontrarla, a pesar de las pocas pistas que tiene. La situación no es fácil porque Laure, producto de un golpe que recibió durante el robo del bolso, termina hospitalizada, por lo que está totalmente desconectada de su vida normal.
Si bien uno podría pensar que el personaje de Laurent está un poco obsesionado con Laure, a quien ni siquiera conoce, y que podría parecer un acosador si uno lo mira desde otra perspectiva, es un personaje querible, al menos esa es mi opinión. La trama puede parecer para algunos poco creíble, pero he leído otras que son mucho menos verosímiles. Para mí esta es una historia de amor diferente, que está bien escrita. Es una novela corta, que se estructura en capítulos breves. No se detiene en descripciones detalladas de los lugares, sino que va al punto de lo que es necesario saber para entender la historia y lo que piensan y sienten los personajes, y eso se agradece. Fácilmente, si uno tiene el tiempo, se puede leer en un día.
Mi calificación es 4/5 estrellas
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