Este es el primer libro del Universo Reina Roja. La historia se centra en David Evans, un neurocirujano recientemente viudo a quien le secuestran a su hija para obligarlo a trabajar para un personaje muy especial, el Sr. White, que tiene una personalidad sicopática, que nunca te permite saber bien qué va a hacer a continuación.
¿Qué quiere White del Dr. Evans? Que asesine al próximo paciente que va a operar, que es una personalidad muy relevante a nivel mundial… ¿Te imaginas quién? Obviamente, es el Presidente de Estados Unidos. Así, David solo tiene 63 hrs para salvar a su hija antes de la operación.

David se ve envuelto en este juego de espías tratando de salvar a su hija, sin saber bien cómo enfrentar al Sr. White, que parece un ser todopoderoso que lo sabe todo y ve todo. En su desesperación involucra a su cuñada, Kate, quien trabaja a en el Servicio Secreto, cuidando a la primera dama y a la que casi no ha visto desde que su esposa falleció. ¿Lograrán salvar a la niña antes de que se acabe el tiempo? ¿David será capaz de asesinar al Presidente tratando de salvar a su hija?
Debo contarles que la historia comienza con David en la cárcel, en el callejón de la muerte. Quizás esto responde a las preguntas anteriores… ¿O no? Es algo que me mantuvo pendiente todo el libro, tengo que reconocerlo.

También tengo que decir que este libro no logró engancharme tanto como sí lo hicieron los otros del Universo Reina Roja que he leído. Quizás al ser el primero de la serie es un poco más débil. ¿Qué fue lo que faltó? Creo que personajes con los que puedas empatizar. No logré sentir eso con David o Kate. De hecho el personaje del Dr. Evans lo encontré un poco pesado. Lo que sí puedo decir es que sigue siendo un libro entretenido, pero no tiene el ritmo ni los personajes tan interesantes que aparecen en Reina Roja y los libros que vinieron después de ese.
Mi calificación es 3,5 de 5 estrellas.
Los comentarios están cerrados.