Primero que todo debo decir que nunca he visto la película. Aunque no lo crean es verdad. Solo he visto las escenas icónicas de la niña que todos conocemos, pero nunca se ha dado la posibilidad de verla, no sé por qué. Debido a esto, tomé el libro con muy poco sesgo y un poco intrigada. Si bien el libro se vende como “la novela más terrorífica jamás escrita”, debo reconocer que en ningún momento sentí miedo. Ni siquiera un poco. La historia presenta a Chris McNeil, una actriz de Hollywood con una hija de 11 años. La niña es una chica adorable, pero de un día para otro todo comienza a cambiar cuando llegan a vivir a una casa en Georgetown, Washington DC. Al inicio sienten ruidos en el ático y olores extraños, pero luego lo extraño se traslada a la niña misma, Regan, quien comienza a comportarse de manera bastante perturbadora., como si tuviera personalidades múltiples. Su madre, sin saber qué hacer, la lleva a varios médicos e incluso la interna por unos días para intentar entender qué tiene.

La niña no solo muestra cambios en su personalidad, hablando groserías, sino también a nivel físico, con fuerza muy superior a la que debería tener alguien de su edad y tamaño. Finalmente, uno de los mismos médicos le recomienda a Chris que vea a un sacerdote. Así, contacta al padre Karras, el cual es un jesuita pasando por una crisis de fe, pero que decide ayudarla, ya que ve la terrible situación en que se encuentra la niña y su madre.
La gran pregunta a resolver es si la niña está o no poseída. La novela muestra todo el proceso de análisis que hace Karras para entender la situación y tomar la mejor decisión, antes de que la niña se vea más afectada.
El libro no me generó miedo, pero me entretuvo, sobre todo cuando Karras empieza a interactuar con Regan.

Debo reconocer que leí la novela en dos épocas distintas. Cuando compré el libro avancé hasta la mitad y luego lo dejé abandonado por cerca de un mes hasta que decidí terminarlo, lo que hice en un día. Eso claramente indica que no me enganchó tanto como pensé que haría, aunque mi interés fue más grande en la segunda parte del libro. Quizás la razón de esto es que mis expectativas eran muy altas y como no me generó nada de miedo, me sentí defraudada. Toda la historia de la niña se mezcla además con la investigación de un asesinato, donde aparece el personaje del detective Kinderman, el que tiene una forma muy especial de enfrentar sus investigaciones, como si fuera más ingenuo de lo que de verdad es. Si bien el personaje del detective es interesante, no sé si esta parte de la historia realmente aporta al valor de la novela.
En función de todo lo anterior, mi evaluación del libro es 3/5 estrellas
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