Hace un tiempo que he ido armando una colección de libros de John Grisham y después de ver la última temporada de El abogado del Lincoln sentí ganas de leer unos de estos thriller legales que tanto me entretienen y que este autor escribe tan bien. Después de un rato me decidí por este libro, que es el primer libro que Grisham publicó y que nunca había leído.
Todo ocurre en los años 80 en el condado de Ford, donde un par de hombres blancos, adultos, de los llamados rednecks, secuestran, golpean, violan y tratan de asesinar a una niña afroamericana de 10 años. Como pueden ver, ya el inicio de la historia es terrible. La niña se salva de morir solo porque unas personas que estaban pescando cerca del lugar en que los criminales la dejaron tirada pensando que estaba muerta, la encontraron. Ella les pudo decir quién era su padre, por lo que la llevaron a su casa.

La niña logra dar algunas características de la camioneta de uno de estos hombres, la que tiene algunos elementos distintivos especiales, lo que permite que los identifiquen y arresten. El padre de la niña está desesperado y finalmente decide tomar la ley en sus manos, matando a estos hombres. Y aquí es donde la historia se empieza a desarrollar, apareciendo su protagonista, Jake Brigance, un abogado blanco, que lleva años ejerciendo en esa zona y que decide tomar la defensa del padre de la niña. Así, la gran interrogante del libro es si Jake, contra todo pronóstico y arriesgando su seguridad y la de su familia, logrará salvar a su cliente.
La historia se desarrolla en una época en donde el tema racial en Estados Unidos era aún más complejo que actualmente, en donde el odio y la segregación eran pan de cada día. Ahora, al leer el libro, que fue escrito en los 80, sentí que mucho de lo que se relata no es un tema resuelto, especialmente según lo que hemos visto en los últimos años, con muchos crímenes de violencia, especialmente hacia la raza afroamericana.

Respecto a la novela en sí, creo que podría haber sido un poco más corta, dado que a veces la historia avanzaba lentamente, con explicaciones largas para personajes que no eran tan relevantes para la historia, pero se entiende, ya que fue la primera novela de Grisham y obviamente tenía todavía un camino por recorrer para ser el referente mundial que es hoy. A pesar de esto, se nota su mano y su habilidad para este tipo de relatos. Yo me leí el libro en 3 días, reconozco que me enganchó, a pesar de tener un ritmo más calmado que otras novelas.
Es un libro altamente recomendable para quienes son fans de este autor o quienes disfrutan leyendo un buen thriller legal.
Mi calificación es 4/5 estrellas
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