Este libro narra la historia de Rintaro, quien hereda una librería de libros usados tras la muerte de su abuelo. Rintaro es un hikikomori, alguien que se ha apartado de la vida social y vive en aislamiento. Aunque sigue asistiendo al colegio, no tiene amigos y prefiere pasar su tiempo leyendo en la librería.
Un día, Tora, un gato atigrado que habla, aparece y le pide ayuda para salvar libros en peligro. Al aceptar ayudar al gato, Rintaro inicia una aventura que le permitirá crecer como persona y encontrar amigos en lugares inesperados.

La historia es corta y de fácil lectura. No se cuestiona la existencia de un gato que habla ni los lugares a los que lleva a Rintaro; el lector debe aceptar esta premisa, como muchas veces pasa con las historias japonesas; las cosas solo pasan, no hay que darle más vueltas.

El objetivo del libro no es explicar el misterio, sino acompañar al protagonista en su viaje personal y ver cómo las experiencias lo transforman en una mejor persona, cambiando su relación con el mundo y con quienes lo rodean. Además, en esta historia, los libros se convierten en un personaje más que da forma al relato y, obviamente, el gato en sí, que llega y se va a su antojo, es parte fundamental de la trama.
Mi evaluación es 3,5/5 estrellas
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