El protagonista, Trevor Benson, tuvo que volver a la antigua cabaña de su abuelo, que había fallecido, en Carolina del Norte, después de que no pudo seguir ejerciendo la medicina producto de las lesiones sufridas en un ataque en Afganistán. Allí conoce a la ayudante del sheriff, Natalie, con quien tiene química, pero que se sabe que guarda un secreto que la complica. Además de esto, está el personaje de una joven, Callie, quien conocía al abuelo de Trevor.
El centro de l historia, además de la relación entre estos personajes, es el entender por qué el abuelo de Trevor estaba a muchos kilómetros de su casa cuando sufrió un ataque que días después lo llevó a la muerte. El gran objetivo de Trevor es descifrar qué quiso decir su abuelo con sus últimas palabras, para lo cual necesitará la ayuda de ambas mujeres.

El libro sigue la línea tradicional de las historias de Sparks, siendo quizás más predecible que otros. Si bien el libro es entretenido y de rápida lectura, para mí el gran misterio se resolvió en mi cabeza mucho antes que en el libro (quizás por haber leído muchos libros ambientados en esa zona), lo que hizo que perdiera un poco la gracia. Ahora, en general, es un libro recomendable, sobre todo para quien quiere una lectura relajada y sin complicaciones.
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