Esta novela se centra en la historia de tres personajes. El primero es Colby, un granjero de Carolina del Norte que siempre se había interesado en la música y que alguna vez pensó en dedicarse a eso, pero que finalmente debe hacerse cargo de la granja familiar. Su hermana y su tía, con quienes vive, lo convencen de aceptar un trabajo como cantante en un pub en Florida. Una vez allí conoce a Morgan, una chica de Chicago, de familia acomodada, de la que se enamora al cabo de unos días de conocerla. Ella quiere ser cantante y luego de estas vacaciones tiene pensado irse a Nashville a probar suerte. Para Morgan la atracción hacia Colby también es inmediata.
Además de Colby y Morgan, la novela nos cuenta la historia de Beverly, una mujer que escapa de su marido maltratador junto a su hijo Tommie. Obviamente, ella está temerosa de que la encuentren y no puede vivir en paz con ese miedo constante, lo que es comprensible, sobre todo cuando se sabe que él trabaja para el gobierno y tiene todos los medios para encontrarla.
La historia se cuenta desde las perspectivas de Colby y Beverly, pero es como si fueran dos libros diferentes. Una de las cosas que más me intrigaba era saber de qué forma estas dos historias se iban a unir.
Por el lado de la historia de Colby, uno se cuestiona si realmente es posible que estén juntos más allá de las vacaciones, si sus familias lo permitirán, si su interés por la música es lo que los va a mantener unidos y mil cosas más que van surgiendo a medida que se avanza. En el caso de Beverly, se entiende su motivación, decide escapar cuando ve que su marido comenzó a maltratar a su hijo. Las preguntas que rondaban por mi cabeza al leer eran ¿la encontrará su marido? ¿la acusarán de secuestro? ¿ocurrirá algo todavía peor? En la vida real uno escucha historias terribles en distintas partes del mundo sobre este tema, por lo que se sabe que las probabilidades de un final feliz a veces no son tan altas, lo que genera tensión al momento de leer.
Con relación a la estructura de la novela, lo que más me costó aceptar fue que no había una conexión clara entre los tres personajes principales. Esto solo se explica hacia el final del libro. Si bien el libro cumple su objetivo de entretener, me gustó menos que otras novelas del autor. Sentí que no había un conflicto claro más allá de la historia de Beverly y que a la relación de Coby y Morgan le faltaba un poco de emoción, quizás la sentí un poco plana y no tan creíble. Me costó empatizar con ellos, pero quizás fui demasiado exigente o esperaba más. Hay un giro interesante en la parte final de la historia, pero aún así quedé con gusto a poco.
Mi evaluación final es 3/5 estrellas
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